Los hombres han creado los idiomas con el objeto de poder comunicarse.
También las personas sordas o con problemas auditivos poseen una lengua propia.
Se trata de la lengua de signos, el lenguaje básico de las personas sordas.
Se forma a partir de la combinación de signos.
Así, es una lengua visual o, más bien, ‘visible’.
¿Es la lengua de signos una lengua universal?
No, también en relación con los signos o señas existen diferentes lenguas nacionales.
Cada país tiene su propia lengua de signos.
Una lengua de signos estará condicionada, entonces, por la cultura de su respectivo país.
Ya que las lenguas se originan siempre a partir de la cultura.
Así sucede también con las lenguas que no son habladas.
A pesar de lo dicho, sí que hay un lenguaje de signos internacional.
Pero sus signos son algo más complicados.
Además, las lenguas de signos nacionales se asemejan.
Muchos signos son icónicos.
Denotan la forma de los objetos que representan.
La lengua de signos que está más difundida es la American Sign Language.
Las lenguas de signos son idiomas en el pleno sentido de la palabra.
Tienen su propia gramática.
Aunque sean diferentes a las gramáticas de los lenguajes hablados.
De hecho, en las lenguas de signos no es posible traducir palabra por palabra.
Con todo, existen traductores de lenguas de signos.
La información se transmite simultáneamente a través de la lengua de signos.
Esto significa que un único signo puede corresponderse con una frase entera.
En las lenguas de signos también hay dialectos.
Las particularidades regionales tienen sus propios signos.
Y cada lengua de signos posee su propia entonación.
Así que con los signos sigue siendo cierto que nuestro acento revela nuestro origen.
¿Sabías?
El estonio es una lengua ugrofinesa,
y por lo tanto está relacionada con el finés y el húngaro.
Aunque, los paralelismos con el húngaro son ligeramente apreciables.
Son muchos los que piensan que el estonio es similar al letón y al lituano,
sin embargo, esta afirmación es falsa,
estos idioma pertenecen a grupos lingüísticos completamente distintos.
El estonio carece de géneros gramaticales,
por lo que no diferencia entre masculino y femenino.
En su lugar, cuenta con 14 casos diferentes.
Su ortografía no es muy complicada.
Esta viene determinada por su pronunciación.
Por lo que este es un punto importante a practicar con un hablante nativo.
Si quieres aprender estonio, necesitarás disciplina y paciencia.
A los estonios les gusta ayudar a remarcar los errores realizados por los hablantes extranjeros.
¡Y les encanta conocer a gente que esté interesada en aprender su idioma!