La lengua materna es siempre la lengua más importante
Nuestra lengua materna es la primera lengua que aprendemos.
El aprendizaje es inconsciente: no nos damos cuenta de que se produce.
La mayoría de las personas tienen una sola lengua materna.
El resto de idiomas son estudiados como lenguas extranjeras.
Evidentemente, también hay individuos que se crían en un entorno plurilingüe.
Aunque, en la mayoría de los casos, se trata de personas con un dominio diferente de cada idioma.
Muchas veces, además, los propios idiomas son utilizados de forma diferente.
Una lengua, por ejemplo, puede utilizarse en el trabajo.
Otra, en cambio, en el entorno familiar.
Lo bien que hablemos una lengua está condicionado por múltiples factores.
Si la aprendemos cuando todavía somos niños pequeños, entonces nuestro dominio sobre ella será mayor.
Nuestras áreas lingüísticas trabajan de forma más efectiva durante esos años.
También es importante que hablemos la lengua con frecuencia.
Cuanto más a menudo la usemos, sin duda mejor la vamos a hablar.
Sin embargo, los investigadores piensan que un individuo nunca llega a hablar igual de bien dos lenguas diferentes.
Uno de los idiomas se impone siempre como el principal.
Algunos experimentos parecen confirmar esta hipótesis.
Un experimento realizó un estudio con varias personas.
Una parte de los sujetos hablaban dos lenguas con soltura.
Eran hablantes nativos de chino con el inglés como segunda lengua.
La otra mitad de los hablantes hablaba solo inglés.
Los sujetos debían resolver tareas sencillas en inglés.
Mientras lo hacían se medía su actividad cerebral.
¡Y se registraron diferencias en los cerebros de los sujetos de estudio!
En las personas bilingües había una zona del cerebro especialmente activa.
En cambio, esta región no mostraba ninguna actividad en las personas que solo hablaban una lengua.
Los sujetos de ambos grupos resolvieron las tareas igual de rápido y bien.
Pero los hablantes chinos traducían todo a su lengua materna…